Battiato, la música como filosofía
Juan A. Flores Romero
Siempre es un placer escuchar a este músico siciliano, que vive alejado del mundanal ruido en las faldas del Etna a pesar de haber alcanzado fama mundial por sus composiciones, ser profeta en su tierra y un gran embajador de Italia allá donde vaya. Sus canciones rezuman esa filosofía de la vida que se mezcla con su compromiso político, su crítica social, su gusto por lo versátil. A nadie le sorprende que en algunas de sus canciones pueda mezclar el italiano, el árabe, el castellano o el inglés. Siempre fue un erudito deseoso de conocer y por eso le gustó vivir otras realidades, pero siempre volviendo a su querida Italia a la que siempre llevaba en su repertorio. En los años 70 ya fue un precursor del rock progresivo en la banda "Osage tribu" junto con el músico experimental Juri Camisasca. Desde entonces, no ha parado de componer y de lanzar discos, combinando esta dedicación con incursiones en la ópera y la producción cinematográfica.
Su fama vino sobre todo en los años ochenta de la mano de una música electrónica experimental, con tintes surrealistas; en sus letras ha mezclado sentimientos personales con realidades de una Italia sacudida por la violencia y la corrupción. Temas como "Mi pobre patria" así lo corroboran. Álbumes memorables son "L'era del cinghiale bianco", L'arca di Noè o "Mondi lontanissimi". Un genio al que admiro continuamente y al que siempre vuelvo a escuchar cada cierto tiempo.