La Celestina: caracterización psicológica de sus personajes
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La Celestina es una obra literaria rodeada de interrogantes. Por eso, resulta tan interesante, sobre todo en lo que respecta a sus personajes. Todos ellos, presentan una caracterización psicológica específica que los viste y les hace tener un papel esencial en la obra.
Concentrarse en los personajes que Fernando de Rojas diseñó con tanto mimo y cuidado es una forma tradicional de acercarse a esta obra de la literatura considerada una tragicomedia, como expone el artículo Imágenes y Anagnórisis en la Celestina.
Veamos, entonces cómo este escritor español caracterizó psicológicamente a todos los personajes que aparecen en este libro del siglo XV.
Los personajes en La Celestina
En La Celestina nos podemos encontrar con 13 personajes que tienen un papel significativo en el desarrollo de la obra. A pesar de que son los enamorados, Melibea y Calisto, el eje central de toda esta tragicomedia, las demás figuras que aparecen también tienen su importancia.
La Celestina
La Celestina es una persona mayor famosa por conseguir, a través de determinadas tretas, que dos personas logren estar juntas. Sin embargo, a pesar de esa ayuda, que en esta obra le proporciona a Calisto para que Melibea quede prendado de él, la Celestina es una mujer que se caracteriza por:
- No tiene escrúpulos.
- Busca solo su propio interés.
- Tiene una gran capacidad de persuasión.
- Es lujuriosa.
Melibea
Melibea es una de las protagonistas de La Celestina; al principio vemos como Calisto no le atrae. El rechazo tan claro que manifiesta se observa en una notable soberbia e, incluso, altanería. Sin embargo, tras la ayuda que Calisto recibe de la Celestina, el cambio que presenta es repentino y sorprendente.
Pasa del rechazo a la entrega más absoluta, donde es ella quien se muestra proactiva para verse a escondidas con Calisto. Así, termina cayendo en el extremismo de un amor romántico, término que aborda el artículo El concepto de amor en la pareja, que la lleva a un desafortunado final.
Calisto
Calisto queda prendado de Melibea y lo que lo mueve no es el amor, sino conseguir lo que desea. Esto lo convierte en una persona egoísta que hace lo que sea (acudir a la Celestina) para lograr lo que tanto anhela sin importarle las consecuencias.
Esto hace que se muestre como una persona insegura e inmadura. Hablamos de un joven soñador que no maneja demasiado bien la frustración de sus expectativas. Cuando estas no se cumplen, cae en crisis debido a la resistencia que pone, en este caso, Melibea.
Calisto tiene un papel de antihéroe, pues muere de una forma absurda al poner el pie en el vacío cuando baja las escaleras.
Pármeno y Sempronio
Pármeno es el criado de Calisto; su trazado responde al de un personaje leal que se esfuerza por cuidar de su señor: le advierte del peligro que puede entrañar depositar su confianza en la Celestina. Sin embargo, esta lealtad se derrumba porque Calisto lo humilla y no cree en lo que le dice.
Sempronio es otro criado de Calisto que se representa como un mentiroso con falsas intenciones. Al contrario que Pármeno, desde un principio se aprovecha de su señor intentando sacarle el máximo dinero posible. Guardando las apariencias, eso sí.
Sosia y Tristán
Sosia y Tristán son criados fieles de Calisto que, antes, eran mozos de cuadra. Sosia es presentado como una persona que se enamora ciegamente pues cae prendado de Areúsa, quien le manipula para sonsacarle información sobre su dueño.
Por otra parte, Tristán se presenta como un criado muy apegado que sufre mucho cuando Calisto muere. Tanto Tristán como Sosia son amigos de Calisto, más que criados. Una amistad pura, sin intenciones ocultas.
Lucrecia
Lucrecia es la criada de Melibea y es una fiel confidente. Ambas se cuentan todo lo que les sucede, sobre todo en el terreno amoroso, sintiéndose así acompañadas en sus desazones y desventuras. Gracias a Lucrecia, Calisto y Melibea pueden verse cada noche.
Lucrecia era prostituta, pero decidió cambiar de vida y dedicarse a servir. No obstante, su personaje es el arquetipo de una persona envidiosa. Siente celos de sus antiguas compañeras y, también, de los encuentros amorosos que tiene Melibea con Calisto.
Elicia y Areúsa
Elicia es una prostituta de la Celestina que tiene un carácter impulsivo, contradictorio y despreocupado. Este personaje vive el presente. Sin embargo, cuando muere su tutora busca venganza pues se siente sola y acabada.
Areúsa es otra de las prostitutas de la Celestina. Contrariamente a Elicia, este personaje es caracterizado como independiente, libre y rencoroso. Es muy parecido a la Celestina, ya que sabe manipular a los demás. Lo hace con su pareja, Centurio.
"Perdido es quien tras perdido anda".
-La Celestina-
Centurio
Centurio vive a costa de las prostitutas, lo que se conoce hoy en día como un matón. Se le caracteriza como un chulo, malcarado, algo lujurioso y mentiroso. Suele utilizar a las prostitutas para conseguir lo que quiere.
Aunque se presenta como una persona que impone con su presencia, debido a su mal carácter y su envergadura, en realidad esa valentía es solo fachada. En el fondo, es un personaje cobarde.
Pleberio y Alisa
Pleberio es el padre de Melibea y se presenta como un hombre muy mayor que siempre está muy ocupado. Cuando Melibea muere, su vida pierde todo el sentido. Es un personaje que está muy preocupado por su hija, sobre todo, porque quiere que se case.
Alisa es la madre de Melibea. Tiene un papel secundario, ya que se encuentra a la sombra de su marido. Es un personaje bastante ingenuo que no desconfía de nadie. De hecho, deja que la Celestina entre en su casa.
La evolución de los personajes
La caracterización psicológica de los personajes de esta obra de Fernando de Rojas es muy variopinta; sin embargo, es lo que permite que se perciba de manera clara una evolución.
Todos ellos cambian. Melibea pasa del rechazo al amor más absoluto por Calisto, Elicia pasa de una completa despreocupación a la búsqueda de venganza por la muerte de la Celestina. Cada uno tiene un papel importante y fundamental. ¿Has leído el libro de La Celestina? ¿Te habías dado cuenta de cómo Fernando de Rojas había caracterizado psicológicamente a sus personajes?