Las sinsombrero, las olvidadas del 27
Juan A. Flores Romero
El mundo de las letras ha ignorado intencionadamente la memoria de estas escritoras y artistas que nacieron a comienzos del siglo XX y que fueron determinantes en la cultura española en los años previos a la Guerra Civil. Igual que los autores del 27, se reunían y se formaron en los ambientes académicos de un Madrid cambiante que iba transformando su propia fisonomía urbana. La capital de una España que arrastraba décadas de retraso respecto a Europa y donde todo aquello que suponía innovación contenía una carga de destructiva rebeldía. Fue en ese contexto en el que se gestó aquel impulso popular que llevó a las masas aquel 14 de abril de 1931 a proclamar la II República, un modelo de estado que, por débil e inmaduro, fracasó en aquel verano del 36 con el estallido de un conflicto entre hermanos.
El nombre de este movimiento cultural es debido al gesto de quitarse el sombrero como signo de identidad femenina y de rebeldía en aquel país en que la dictadura de Primo de Rivera estaba en pleno apogeo y que se precipitaba lentamente hacia una década convulsa que desangraría España y la marcaría para siempre. El gesto que posteriormente le dio el calificativo de "sinsombrero" también se relaciona con un signo que expresa la libertad, la liberación de las ataduras intelectuales y el grito de la mujer en un mundo de hombres. Salvador Dalí y Federico García Lorca participaron en aquel gesto en aquel Madrid de los años 20. Sombreros al aire, libertad, identidad cultural, reivindicación del papel de la mujer,... todo aquello colaboró en la forja de aquel grito de rebeldía protagonizado, en su mayor parte, por un puñado de mujeres.
Maruja Mallo, María Zambrano, María Teresa León y Margarita Manso son algunas de estas intelectuales que quisieron hacerse un hueco en el panorama cultural de un país que aún arrastraba sus complejos desde aquel estrepitoso fracaso de 1898 que dio nombre a una generación que apenas sobrevivió a los primeros momentos de la Guerra Civil y que supo plasmar los desvelos y miserias, pero también las esperanzas, de una España hundida en el profundo sueño de un imperio que agonizaba mientras el mundo cambiaba de manos. Pero los años 20 trajeron una bocanada de esperanza en los ambientes intelectuales y es ahí donde este grupo fue consolidando su identidad si bien no se puede entender como una generación bien definida estando, por supuesto, a la sombra de una sociedad eminentemente protagonizada por hombres.
Mucho desconocimiento aflora en el ámbito de la literatura, del arte o de la filosofía y mucho nos queda por aprender para diseñar el mapa de la cultura con mayúsculas de este país en el que la mujer ha estado silenciada desde hace siglos. Las sinsombrero tendrán, sin duda, un lugar en nuestra historia de la literatura y del arte.

He aquí algún ejemplo de esta "generación" perdida.
Poema de Ernestina de Champourcín
Carta al vacío
Es escribir a alguien
o lanzarse al silencio,
a nadar en lo oscuro,
a encender una llama
aunque ahoguen las dudas.
¿Carta a lo que no existe?
Hay buzones alados
que se disparan solos
y un correo sin pistas
ni trayecto seguro.
Eludir el camino
que todos conocemos.
Seguir hacia adelante
ruta de los que intentan
lo que nunca pensaron
y se sienten felices
porque hay algo distinto,
porque se desvanece
de pronto lo que sobra
y no existe el vacío
si queremos colmarlo.