Sophie Scholl, la rosa blanca de la libertad

13.03.2021


Fuente del texto: mujeresbacanas.com

Sophie fue una dirigente y activista del movimiento de Resistencia Rosa Blanca en la Alemania nazi. Durante la Segunda Guerra Mundial actuaron como brigada repartiendo folletos y rayando consignas anti Hitler en Munich, hasta que la Gestapo los descubrió y en 1943, con 22 años, Sophie murió en la guillotina. Su nombre está inscrito en el Walhalla de los alemanes ilustres.

Cuando tenía doce años entró a la Liga de Muchachas Alemanas, organización femenina de las Juventudes Hitlerianas. En la medida que fue entendiendo lo que planteaba el nazismo fue tomando una postura cada vez más crítica. En 1937 sus hermanos y algunos amigos fueron arrestados y a partir de ese momento Sophie se transformó en una fuerte opositora a la dictadura de Hitler.

En 1942, plena II Guerra Mundial, entró a estudiar Biología y Filosofía a la Universidad de Munich. Su hermano Hans también estudiaba ahí y Sophie empezó a juntarse con él y sus amigos. Empezaron a aparecer rayados en las paredes y panfletos de un movimiento opuesto a la guerra, denominado "La Rosa Blanca". Sophie luego se enteró que se trataba de su hermano Hans y sus amigos, no dudó en sumarse a la causa y reclutó también al Profesor Kurt Huber.

Con su aspecto de niña inofensiva, Sophie se encargó de trasladar propaganda del movimiento a otras ciudades y ayudó a conformar células a nivel nacional. La Gestapo pronto comenzó a seguirles la pista. En febrero de 1943 la Rosa Blanca tomó una postura más activa repartiendo folletos y pintando consignas como "¡Fuera Hitler!" en las calles de la ciudad. Un día a Sophie se le ocurrió subir hasta lo alto del atrio de la universidad y lanzar los últimos folletos sobre los estudiantes. Un conserje, que era miembro del partido Nazi, la vio y cerró las puertas del edificio y encerró a los hermanos Scholl mientras llamaba por teléfono a agentes de la Gestapo.

Los Scholl, junto a otro compañero, comparecieron frente a un tribunal donde se les acusó de traición. Fueron condenados a morir en la guillotina ese mismo día. Sophie Scholl tenía 22 años y sus últimas palabras antes de morir fueron: "Sus cabezas caerán también".

Otros miembros clave del grupo fueron decapitados semanas después pero la organización continuó operando y creciendo a través de células clandestinas. Actualmente La Rosa Blanca es sinónimo de lucha y libertad; muchas calles, parques, avenidas y escuelas de Alemania llevan el nombre de los hermanos Scholl.

La historia de Sophie Scholl ha sido llevada al cine y en el teatro en La Rosa Blanca, Los últimos cinco días y en 2005 con la cinta Sophie Scholl.

                     Fuente del siguiente texto: www.dw.com

Hans y Sophie Scholl: ejemplos perdurables de coraje civil

Hace 75 años, los hermanos Scholl fueron detenidos y ejecutados. Eran estudiantes y luchaban en la resistencia contra el régimen nazi. Hasta hoy son considerados ejemplos de valentía y generosidad.

El 15 de febrero de 1943, poco antes de la medianoche, tres jóvenes caminaban hacia el centro de la ciudad de Múnich. Eran Hans Scholl, Alexander Schmorell y Willi Graf, y los tres pertenecían al grupo "Weiße Rose" (La rosa blanca), que luchaba en la resistencia contra Adolf Hitler y su régimen. Por eso llevaban consigo miles de volantes que denunciaban con palabras claras la dictadura nazi y sus crímenes. Pero Scholl y Schmorell tenían una idea aún mejor: protegidos por la oscuridad escribieron "Abajo Hitler" en negro sobre la fachada de la cancillería bávara, además de "Hitler genocida". En su casa de la calle Franz-Joseph-Straße 13, Sophie, la hermana menor de Hans Scholl, esperaba el regreso de los tres jóvenes.

El camino hacia la resistencia

Cuando los nazis tomaron el poder, en 1933, Hans y Sophie Scholl vivían con su familia en la tranquila ciudad de Ulm. Ambos iban todavía a la escuela. Hans nació en 1919 y su hermana, Sophie, en 1921. Eran cinco hermanos, y Robert Scholl, el padre, se ganaba la vida como asesor fiscal. De tendencia liberal, Scholl no estaba de acuerdo con el régimen nacionalsocialista. Junto con su esposa, Magdalena, trató de educar a sus hijos en el marco de la moral y la tolerancia cristianas. Pero sus hijos estaban fascinados con el nazismo. La "Juventud Hitleriana" acogió a Hans Scholl, que hizo carrera allí rápidamente. A los 16 años ya comandaba a 160 jóvenes de Hitler. También su hermana menor, Sophie, simpatizaba con los nazis e ingresó a la "Asociación de Muchachas Alemanas", la rama femenina del movimiento juvenil nazi. También llegó pronto a ocupar una posición de liderazgo y, según un testigo de la época, "estaba entusiasmada y era fanática del nacionalsocialismo".

Pero en 1942, Hans y Sophie Scholl ya no creían en Hitler. Los hermanos notaban cada vez más que su fe cristiana y sus convicciones éticas no correspondían con los objetivos del régimen nazi. Hans Scholl llegó a la conclusión de que debía hacer algo contra la dictadura criminal de Hitler. En 1942 fue llamado a luchar en el frente oriental. Allí vio con sus propios ojos la crueldad de la guerra. Además, lo preocupaba profundamente el destino de los judíos perseguidos y deportados.

"Viva la libertad"

En la Universidad de Múnich se había formado en 1942 un pequeño grupo en torno a Hans Scholl que le había declarado la guerra al nazismo. Además de los cuatro estudiantes de medicina Hans Scholl, Christoph Propst, Alexander Schmorell y Willi Graf, también el profesor de filosofía Kurt Huber se unió al grupo. Sophie Scholl los siguió en mayo de 1942, cuando se mudó a Múnich para estudiar Biología y Filosofía.

El grupo enviaba sus prospectos, los "Volantes de la Rosa blanca", por correo, los repartía en casetas de teléfono o sobre los autos aparcados en la calle. Pero los volantes se difundieron, a través de amigos y conocidos, más allá de Múnich, llegando también a su ciudad natal, Ulm. "Cada palabra que sale de la boca de Hitler es mentira": era el sexto volante de La rosa blanca e iba a ser el último. El 18 de febrero de 1943, Sophie repartió, junto con su hermano Hans, los folletos en la Universidad, y cuando ambos ya los habían repartido en los lugares más importantes, Sophie Scholl decidió subir las escaleras hasta lo alto del atrio y lanzar los últimos folletos sobre los estudiantes. Allí fue vista por un conserje que era miembro del partido nazi. Los hermanos fueron detenidos y agentes de la Gestapo los sometieron a interrogatorio. Incluso en esa situación desesperada, Hans y Sophie Scholl demostraron valentía diciéndoles en plena cara que "no querían tener nada que ver con el nazismo". El peso de las pruebas era aplastante. El 22 de febrero de 1943, el denominado "Tribunal Popular" (Volksgerichtshof), bajo la presidencia de Ronald Freisler, emitió tres sentencias de muerte contra Hans Scholl, Sophie Scholl y Christoph Propst. Ese mismo día fueron ejecutados. Las últimas palabras de Hans Scholl fueron: "¡Viva la libertad!".

Ejemplos de moral

"Ellos nos hacen pensar que no todos los alemanes de esa época eran colaboradores mudos y cobardes del régimen nazi": así resumió el entonces presidente alemán Joachim Gauck la importancia de los hermanos Scholl y del movimiento "La rosa blanca" en 2013. En el cuarto folleto escribieron: "No callaremos. Somos su mala conciencia. ¡La Rosa blanca no los dejará en paz!". Esas palabras siguen teniendo validez hasta ahora. Los hermanos Scholl y sus amigos tuvieron el valor de luchar por sus convicciones y oponer resistencia al nazismo. Así de valientes eran solo pocas personas en esa época.

Hasta hoy, los hermanos Scholl siguen siendo honrados por su valentía. Casi todas las ciudades alemanas cuentan con una escuela que lleva su nombre, y Hans y Sophie están presentes en los nombres de las calles y las plazas del país. El "Premio de los Hermanos Scholl" es uno de los premios más relevantes de la literatura alemana.

Marc von Lüpke (CP/ ERS)

Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas.


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